Tanto así es que ahora hablas en verso,
piensas en verso,
amas en verso...
¿en qué momento dejaste de andar a pie descalzo
para cubrir tus pies de flores
y comenzar a hacer senderos?
El pelo mojado, cruzando fronteras
dibujando sonidos en tu mente
con las melodías cantando a tu espalda,
con las ideas germinando en tu espíritu
con el silencio de un alma que sigue su propio paso...
Y me preguntas, ¿cuánto tiempo toma volver a casa?
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